domingo, 30 de octubre de 2016

Baby led qué?

Si nos seguís des del principio, ya sabréis que somos maestras, una de educación infantil y la otra de educación especial. Nuestra carrera profesional nos ha llevado a conocer a muchos niños y a verlos comer. Hemos dado vueltas por muchos jardines de infancia y comedores escolares y hemos visto a muchos niños sufriendo delante de la comida, negándose a ponerse nada en a boca, incapaces de comer carne porqué se les hace bola, que a los tres años siguen comiendo triturados, niños que les cuesta pronunciar algunos fonemas porqué tienen poca tonicidad en los músculos mandibulares... Todo esto nos hizo plantearnos qué situaciones no queríamos vivir en nuestra casa con nuestro hijo, y en nuestra búsqueda de una vía alternativa de alimentación fue cuando descubrimos el Baby Led Weaning. 

La traducción literal de Baby Led Weaning (a partir de ahora BLW) es el bebé se autodesteta. En castellano se traduce como el niño come sólo, pero pensamos que esta traducción pierde parte de la esencia del título original inglés donde el bebé es el protagonista de su proceso de alimentación y decide como avanza en este para poder llegar a comer como los adultos.

Así, el método BLW de introducción a la alimentación complementaria se basa en hacer protagonista al bebé de su proceso de destete (ya sea materna o de fórmula), donde éste come des de un principio sólidos de forma autónoma y se autorregula, decidiendo qué come, qué cantidad, a qué velocidad... tal y cómo lo hacia hasta ese momento. Por lo tanto, el bebé es quien regula su proceso de transición de la lactancia a la alimentación sólida, partiendo des del primer momento de los sólidos, sin pasar por las papillas ni los triturados, comiendo solo, decidiendo qué come de lo que se le ofrece, qué cantidad ingiere, a qué velocidad, imitando al adulto... Así, de forma autónoma, el bebé aprende a alimentarse tal y cómo lo hará el resto de su vida. 

Este método se basa en la idea de que cada bebé desarrolla sus habilidades de forma natural si se le ofrecen situaciones de aprendizaje de calidad. De la misma manera que cada niño gatea, camina y habla cuando está preparado, simplemente ofreciéndoles situaciones para qué lo puedan desarrollar (dejándolos en el suelo, hablando con ellos...) con la alimentación es igual, si se le ofrece comida y situaciones de calidad dónde él pueda probar, el bebé aprenderá a comer. 

Próximamente hablaremos de las ventajas e inconvenientes del BLW. Si os interesa, no dejéis de seguirnos!

viernes, 21 de octubre de 2016

Un poquito de historia

No sabemos si vosotras sois personas a las que les gusta investigar el porqué de las cosas, pero nosotras, que como ya os hemos explicado en otros posts, somos de las que leemos y buscamos información sobre todo, a veces también nos cuestionamos el porqué hacemos actualmente las cosas de una manero u de otra. Así que el post de hoy va de eso, es un post donde queremos compartir curiosidades y un poquito de historia. 

Cuando Martí ya había nacido y tenía unos meses de vida, nos empezamos a plantear qué método queríamos utilizar para introducir la alimentación complementaria. Y en esos momentos, en las que una se pone a divagar, nos preguntamos: ¿por qué se le dan papillas a los bebés? ¿Se ha hecho siempre? Si siempre se le ha dado triturados a los bebés, ¿cómo lo hacían antiguamente, cuando no había batidoras? Y para poder satisfacer nuestras mentes curiosas nos pusimos a recabar información sobre el tema. 

 
Las nodrizas o amas de cría han existido desde tiempos muy remotos, ya en la época romana se utilizaban, de hecho, en algunos países del tercer mundo se siguen usando. Su primer papel inicial era el de substituir a aquellas madres que por algún motivo no podían alimentar a sus hijos, ya fuera por partos múltiples, enfermedad, o escasez de leche. Pero con el paso de los años su papel poco a poco fue cambiando y más que alimentar a niños por necesidad pasó a convertirse en un trabajo muy cotizado entre las familias de clase alta. Amamantar a los bebes era algo casi deshonroso para las mujeres de clase alta, así que eran las amas de cría las que acostumbraban a hacerlo durante largos períodos de tiempo. 



Debido a la revolución industrial y a la invención de la leche artificial, su papel fue cayendo en desuso y fue entonces cuando los médicos decidieron asumir el papel de consejeros de lactancia. Aunque los médicos reconocían que la lactancia materna era la mejor manera de alimentar a los bebés, les impusieron a las madres un horario estricto. Tenían que alimentar a sus hijos cada tres horas, diez minutos de cada pecho. Lo que no sabían los médicos en ese momento era que para que la madre pudieran producir suficiente leche para cubrir las necesidades de sus hijos estos tenían que mamar con más frecuencia de la que ellos mismos recomendaban. Así, las madres empezaron a tener escasez de leche y los médicos empezaron a recomendar las leches de fórmula, que en aquella época, además de ser difíciles de preparar no eran tan beneficiosas como se creía. 


Así, los bebés empezaron a enfermar con más frecuencia y algunos sufrían desnutrición. Los médicos creyeron que para aportar los nutrientes que faltaban, la solución era introducir los “sólidos” antes. Hay que recordar que en aquella época se creía que contra más rollizo estaba el bebé más sano estaba. 

Y a partir de entonces los bebés empezaron con la alimentación complementaria entre los dos y los tres meses de edad. Y claro, a esa edad el pan, las galletas duras y los huesos lisos, que anteriormente se daban a partir de los ocho meses (sobretodo para aliviar el dolor de la dentición) no eran el mejor alimento que se les podía ofrecer. Además, un bebé de menos de 6 meses aún no tiene el sistema digestivo preparado para tomar alimentos sólidos, así que era impensable que ese bebé comiera como el resto de la familia. 


A partir de ahí las empresas vieron que había un mercado nuevo que cubrir y empezaron a comercializar papillas y potitos. Y aquí empieza la historia de los triturados y las papillas para bebés. Como pasaban de la leche a la alimentación complementaria demasiado pronto no se les podía dar la comida a trozos, así que se les preparaban papillas para que pudieran comer algo más que leche. El inicio a la alimentación complementaria ha ido variando (de los 3 meses pasó a los 4 y de los 4 a los 6), pero a pesar de ello se ha mantenido la creencia de que los bebés primero deben acostumbrarse a los triturados antes de empezar con los sólidos. 


La semana que viene os hablaremos de nuestra experiencia con este proceso.

viernes, 7 de octubre de 2016

Nuestra opinión sobre... la cuna Next 2 me

Esta semana hemos dicho adiós a la minicuna de Martí. Des de mucho antes de que nuestro hijo naciera teníamos claro que queríamos practicar el colecho, pero preferíamos no tener a nuestro bebé en nuestro colchón, sino que queríamos que usara una cuna adosada a nuestra cama. Es por eso que, tras valorar las diferentes opciones del mercado, nos decidimos por la minicuna Next 2 me. 

La Next 2 me es una minicuna de la marca Chicco. Aguanta hasta los 9 quilos y está homologada hasta los 6 meses. Esta minicuna tiene la diferencia respecto a las otras de que uno de los lados puede abrirse mediante unas cremalleras de modo que se puede acoplar a la cama de matrimonio. Además cuenta con 6 alturas diferentes que permiten adaptarla a la medida de la cama. A su vez, las patas se pliegan de manera que se puede acoplar a canapés. Se trata de una cuna de lona con la base metálica. Finalmente, tiene ruedas en una de las patas para poderla transportar. Una cuna perfecta, verdad? 



Hace ya más de un año que tuvimos que comprar la minicuna y en ese momento no había nada más parecido en el mercado, así que tras ver la descripción del producto, sin duda vimos que la Next 2 me era la cuna que necesitábamos. Qué equivocadas estábamos... 



El día en que montamos la cuna tuvimos nuestra primera decepción. Nosotras tenemos un canapé con un colchón muy alto, cual fue nuestra primera sorpresa cuando al montar la cuna nos dimos cuenta de que los 6 niveles que ofrecía no eran suficiente para llegar a la altura de nuestra cama. Así pues, ya de primeras, Martí no quedaba al nivel de nuestro colchón sino unos cinco centímetros por debajo. Bueno, era solo un pequeño problemilla frente a las múltiples ventajas que ofrecía nuestra maravillosa cuna. 



El segundo problema surgió cuando nació Martí y quisimos trasladar la minicuna de la habitación al comedor. En casa tenemos un largo pasillo para llegar de un sitio a otro, pero se trata de un pasillo con medidas estándar, no muy estrecho ni muy ancho, con puertas estándar. Pues segundo problema: las patas de la minicuna no pasaban por las puertas, con lo cual las teníamos que plegar para poder trasladar la cama. Así pues, esas maravillosas ruedas no nos servían para nada, ya que con las patas plegadas las ruedas quedaban inutilizadas. Y para más inri, las patas no tienen un tope que las mantenga plegadas, sólo se mantienen plegadas cuando están en contacto con el suelo, cuando las patas se levantan vuelven a su posición original. Así pues, no solo teníamos que trasladar la cuna con las patas plegadas, sino que tuvimos que idear un sistema con unas cintas para mantenerlas plegadas a pesar de que éstas no estuvieran en contacto con el suelo. Bueno, segundo problema, que nos causaba algún inconveniente más, pero claro, la cuna tenia tantas otras ventajas... 



Así pues, de momento teníamos una minicuna de colecho que no llegaba a la altura de nuestra cama y que era dificilísima de trasladar por casa... 


El tercer problema llegó cuando tocó poner a Martí a dormir allí. Ya des de la primera noche, llevábamos a Martí profundamente dormido y era ponerlo en la minicuna y de pronto: AAAAAHHHH! Se ponía a llorar desconsoladamente. Intentamos ponerlo de mil maneras, sacado nuestros dotes de ninja, pero nada, como mucho aguantaba en la cuna 10 minutos. Así, estuvimos probando con ella durante los dos primeros meses de vida de nuestro hijo. Al final nos rendimos y lo pasamos a nuestra cama. A los cinco meses decidimos volver a probar la cuna. Lo intentamos unos quince días, pero a lo sumo dormía 1 hora dentro de nuestra maravillosa minicuna, mientras que durmiendo en nuestro colchón dormía 3 o 4 horas seguidas. Así pues, finalmente nos dimos por vencidas. La cuna ha estado montada hasta ahora, en parte porque siempre hemos tenido la esperanza de que algún día Martí la usara, pero ahora que ya pasa de los nueve quilos debemos aceptarlo, nuestro hijo no va a usar nunca nuestra supersonica minicuna. Así pues, durante estos meses ha sido un sitio perfecto para guardar cojines que después usábamos para asegurar a nuestro hijo en nuestra cama, como mesilla de noche gigante, para hacer de barrera para que Martí no cayera de la cama... vaya exactamente para lo que la compramos... 



Así pues, nuestra opinión sobre la minicuna Next 2 me no es demasiado positiva. En primer lugar no es una cuna pensada para trasladarla por una casa estándar. En segundo lugar, no se adapta a todas las camas. Y finalmente, a nuestro hijo no le ha parecido lo suficientemente cómoda para dormir. Si ahora, sabiendo lo que sabemos, tuviéramos la oportunidad de decidir si comprar una minicuna o no, sin duda nos ahorraríamos el gasto, seguramente no compraríamos ninguna minicuna directamente.

domingo, 2 de octubre de 2016

Educar en tribu

Como ya hemos explicado en otras ocasiones, nosotras somos de esas personas que antes de tomar una decisión o de hacer una compra nos documentamos, buscamos opiniones, leemos libros... Es por eso que cuando nos propusimos ser madres, Aroha y yo empezamos a buscar información sobre diferentes temas de maternidad y clínicas de fertilidad. 

Uno de los sitios donde encontramos más opiniones fue en un foro catalán llamado SocPetit. Así, poco a poco nos hicimos asiduas a él. Un día, navegando por allí encontramos un grupo titulado madres de noviembre de 2015. Aroha se unió rápidamente al grupo. Como el título explicaba, éste estaba formado por madres que tenian que dar a luz en noviembre de 2015 (igual que nosotras). El hilo del foro llevó a crear un grupo de Facebook y el grupo de Facebook derivó en un grupo de Whatsapp. Así, 20 madres muy diferentes, con trabajos muy diversos, compartíamos dudas, situaciones y conocimientos sobre el embarazo y la maternidad. Este grupo fue de gran ayuda sobre todo para Aroha. Alrededor nuestro no había nadie más embarazado o con bebés pequeños y nuestros conocidos con hijos tienen formas de educar que se alejan de lo que nosotros teniamos planeado para Martí. Gracias al grupo nos dábamos cuenta de que todo lo que estabamos pasando era normal, que las nauseas, el dolor de ciatica, el cansancio... todo era habitual. Así, gracias al grupo no nos sentiamos solas. Cuando hace tiempo que has pasado por un embarazo o por la maternidad los recuerdos que conservas suelen estar algo diluidos. Así, muchas veces preguntas a gente de tu alrededor como fue su embarazo y muy probablemente te diran que fue un camino de rosas. Probablemente no recordaran lo cansadas que se sentian, lo sensibles que estaban, como les dolía la espalda... 



Y de ahí sacamos el concepto de educar en tribu. Cuando eres madre no duermes, vas cansada, hormonada hasta los topes... y además mucha gente de tu alrededor se cree con el derecho de opinar y meterse en todo lo que haces. Muchas veces te sientes un bicho raro, poco comprendida... Para nosotras ha sido clave el hecho de buscar grupos, ya sea via whatsapp o presenciales, donde compartir dudas, preocupaciones o simplemente donde expresar como nos sentíamos sin ser juzgadas, donde otras madres que han pasado por situaciones como las tuyas te ponen la mano en el hombro y te dicen: es normal que te sientas así, yo también pasé por esto, pero no te preocupes, todo pasa. 


Hay muchos grupos de este tipo. En los centros de salud se ofrecen cursos preparto y post parto. También se ofrecen grupos de lactancia en centros cívicos, grupos de porteo, o simplemente grupos de acompañamiento a la maternidad. Además suelen ser grupos donde la mayoría de los asistentes son pro lactancia materna y buscan una crianza respetuosa para sus hijos, con lo que situaciones que para mucha gente de tu alrededor parecen de otro planeta, en este tipo de grupos son de lo más normal. Por ejemplo, no es raro encontrar familias que aplican el método BLW de introducción a la alimentación complementaria o siguen las pautas del movimiento libre de Pickler (hablaremos de estas dos corrientes en próximos posts).


En este post queremos agradecer a todas estas madres que han formado y siguen formando tribu con nosotras en el embarazo y la crianza de Martí, en especial a vosaltres (mares de novembre), y animar a todas las madres, con bebés o embarazadas, a que se unan a este tipo de grupos, porque quizás te parezca que tu embarazo va perfecto, que la crianza de tu hijo es la mar de fácil y que poco te pueden aportar, o que poco puedes aportar tu en este tipo de grupos, pero seguro que compartir experiencias con otras madres te puede ayudar tanto a ti como a las demás asistentes. Sobretodo creemos que son interesantes los grupos de lactancia, ya que muchas mujeres abandonan la lactancia materna por falta de buen asesoramiento. Esperamos que os animéis a apuntaros a algún grupo y que nos expliquéis vuestras experiencias en ellos!