viernes, 7 de octubre de 2016

Nuestra opinión sobre... la cuna Next 2 me

Esta semana hemos dicho adiós a la minicuna de Martí. Des de mucho antes de que nuestro hijo naciera teníamos claro que queríamos practicar el colecho, pero preferíamos no tener a nuestro bebé en nuestro colchón, sino que queríamos que usara una cuna adosada a nuestra cama. Es por eso que, tras valorar las diferentes opciones del mercado, nos decidimos por la minicuna Next 2 me. 

La Next 2 me es una minicuna de la marca Chicco. Aguanta hasta los 9 quilos y está homologada hasta los 6 meses. Esta minicuna tiene la diferencia respecto a las otras de que uno de los lados puede abrirse mediante unas cremalleras de modo que se puede acoplar a la cama de matrimonio. Además cuenta con 6 alturas diferentes que permiten adaptarla a la medida de la cama. A su vez, las patas se pliegan de manera que se puede acoplar a canapés. Se trata de una cuna de lona con la base metálica. Finalmente, tiene ruedas en una de las patas para poderla transportar. Una cuna perfecta, verdad? 



Hace ya más de un año que tuvimos que comprar la minicuna y en ese momento no había nada más parecido en el mercado, así que tras ver la descripción del producto, sin duda vimos que la Next 2 me era la cuna que necesitábamos. Qué equivocadas estábamos... 



El día en que montamos la cuna tuvimos nuestra primera decepción. Nosotras tenemos un canapé con un colchón muy alto, cual fue nuestra primera sorpresa cuando al montar la cuna nos dimos cuenta de que los 6 niveles que ofrecía no eran suficiente para llegar a la altura de nuestra cama. Así pues, ya de primeras, Martí no quedaba al nivel de nuestro colchón sino unos cinco centímetros por debajo. Bueno, era solo un pequeño problemilla frente a las múltiples ventajas que ofrecía nuestra maravillosa cuna. 



El segundo problema surgió cuando nació Martí y quisimos trasladar la minicuna de la habitación al comedor. En casa tenemos un largo pasillo para llegar de un sitio a otro, pero se trata de un pasillo con medidas estándar, no muy estrecho ni muy ancho, con puertas estándar. Pues segundo problema: las patas de la minicuna no pasaban por las puertas, con lo cual las teníamos que plegar para poder trasladar la cama. Así pues, esas maravillosas ruedas no nos servían para nada, ya que con las patas plegadas las ruedas quedaban inutilizadas. Y para más inri, las patas no tienen un tope que las mantenga plegadas, sólo se mantienen plegadas cuando están en contacto con el suelo, cuando las patas se levantan vuelven a su posición original. Así pues, no solo teníamos que trasladar la cuna con las patas plegadas, sino que tuvimos que idear un sistema con unas cintas para mantenerlas plegadas a pesar de que éstas no estuvieran en contacto con el suelo. Bueno, segundo problema, que nos causaba algún inconveniente más, pero claro, la cuna tenia tantas otras ventajas... 



Así pues, de momento teníamos una minicuna de colecho que no llegaba a la altura de nuestra cama y que era dificilísima de trasladar por casa... 


El tercer problema llegó cuando tocó poner a Martí a dormir allí. Ya des de la primera noche, llevábamos a Martí profundamente dormido y era ponerlo en la minicuna y de pronto: AAAAAHHHH! Se ponía a llorar desconsoladamente. Intentamos ponerlo de mil maneras, sacado nuestros dotes de ninja, pero nada, como mucho aguantaba en la cuna 10 minutos. Así, estuvimos probando con ella durante los dos primeros meses de vida de nuestro hijo. Al final nos rendimos y lo pasamos a nuestra cama. A los cinco meses decidimos volver a probar la cuna. Lo intentamos unos quince días, pero a lo sumo dormía 1 hora dentro de nuestra maravillosa minicuna, mientras que durmiendo en nuestro colchón dormía 3 o 4 horas seguidas. Así pues, finalmente nos dimos por vencidas. La cuna ha estado montada hasta ahora, en parte porque siempre hemos tenido la esperanza de que algún día Martí la usara, pero ahora que ya pasa de los nueve quilos debemos aceptarlo, nuestro hijo no va a usar nunca nuestra supersonica minicuna. Así pues, durante estos meses ha sido un sitio perfecto para guardar cojines que después usábamos para asegurar a nuestro hijo en nuestra cama, como mesilla de noche gigante, para hacer de barrera para que Martí no cayera de la cama... vaya exactamente para lo que la compramos... 



Así pues, nuestra opinión sobre la minicuna Next 2 me no es demasiado positiva. En primer lugar no es una cuna pensada para trasladarla por una casa estándar. En segundo lugar, no se adapta a todas las camas. Y finalmente, a nuestro hijo no le ha parecido lo suficientemente cómoda para dormir. Si ahora, sabiendo lo que sabemos, tuviéramos la oportunidad de decidir si comprar una minicuna o no, sin duda nos ahorraríamos el gasto, seguramente no compraríamos ninguna minicuna directamente.

4 comentarios:

  1. La verdad que es bueno cononocer experiencia reales con este tipo de minicunas colecho, ya que todos la información que se encuentra solo ponen ventajas y nunca habla de los posibles inconvenientes que puedan tener.

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    1. Muchas gracias, nos alegra saber que hay gente a la que le interesan nuestras reseñas. Es cierto que normalmente la gente solo valora las cosas positivas y que está lleno de artículos alabando ciertos productos que en la vida real pueden no funcionar tan bien.

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  2. Muchas gracias. Es lo que intuía ... Yo estoy pensando en que duerma las primeras semanas en un Moisés que me han dejado y luego directamente a cuna. Y me saltó la minicuna... Muchas gracias de nuevo..

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    1. Hola Ana, muchas gracias por tu comentario, nos alegra saber que te ha ayudado a organizar la llegada de tu bebe.

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