lunes, 4 de julio de 2016

Primera ecografía



En la vida, te puedes enterar de que estas embarazada de formas muy diversas. Hay mujeres que un día paran en seco y piensan: ¿Cuánto hace que no me viene la regla? Y se enteran que están embarazadas cuando ya están de varias semanas. Otras, por el contrario, son conscientes del proceso desdel primer momento, y entonces las esperas se hacen interminables…

La duración de un embarazo es de 280 días aproximadamente, aunque normalmente se calcula por semanas. Como muchas mujeres no pueden precisar el momento de la fecundación, los ginecólogos suelen empezar a contar las semanas desde el primer día de la última menstruación (40 semanas), teniendo presente que en un ciclo normal la ovulación suele ocurrir 14 días después de esta. Por lo tanto, nuestro feto siempre tendrá dos semanas menos de las que nos va diciendo el ginecólogo, de ahí que un embarazo dure 9 meses.
Pues bien, una vez vimos el positivo en el test de embarazo nos pusimos en contacto con la clínica, quienes nos programaron visita al cabo de dos semanas (cuarta semana desde la inseminación, seis de embarazo) para confirmar el embarazo a través de una ecografía con la que se podría escuchar el latido del corazón del feto.

Durante esas dos eternas semanas, Gina y yo vivimos miedos muy diferentes. Ella estaba preocupada por si el embarazo era múltiple, ya que habíamos hecho la inseminación con dos folículos maduros. En cambio, mi preocupación iba más dirigida a que todo estuviera bien, me aterrorizaba que el embarazo fuera ectópico, que no hubiera latido, que a los pocos días se produjera un aborto…

Aunque el tiempo parecía no avanzar, llegó el día de la visita, que con suerte sería la última y tras la cual nos darían el alta en la clínica. 
La visita empezó como todas las anteriores, pero esta vez al realizar la ecografía mi útero no estaba vacío, en él había una pequeña célula que latía!!
El corazón del feto empieza a formarse en la 5ª semana de embarazo (3ª desde la gestación) y sus latidos se pueden apreciar a través de una ecografía a partir de la 6ª semana. No será hasta la 8ª o 10ª semanas que el latido se podrá escuchar  a través de nuestra piel con un amplificador de sonidos llamado Doppler y entre las semanas 18ª y 20ª el corazón ya late tan fuerte que se puede oír colocando un estetoscopio en el vientre de la embarazada. 


Una vez comprobado que el feto estaba bien implantado, es decir, estaba en la cavidad uterina o matriz y no se había quedado en  la trompa de Falopio (embarazo ectópico), que había buen latido y que sólo un óvulo estaba fecundado (os juro que el suspiro que dio Gina al oír que no había embarazo múltiple se tuvo que oír en toda la provincia) estábamos listas para seguir nuestro proceso como cualquier embarazo normal. 

Así que nos dieron el alta en la clínica y nos fuimos a casa a digerir la nueva etapa en la que entrabamos. Y aunque todo estaba bien, queríamos ser cautas y no ilusionar a nuestras familias por si alguna cosa se torcía, por lo que decidimos mantener el secreto hasta la semana 12 del embarazo, es decir, durante el primer trimestre.

Buff nos quedaban seis largas semanas de miradas cómplices, sonrisas escondidas y máxima impaciencia.

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